Enseñar en la
sociedad del conocimiento
Capítulo
1: Enseñar para la sociedad del conocimiento: educar para la creatividad.
La
enseñanza es una profesión paradójica debido a las exigencias que se imponen en
la práctica docente. La poca retribución que los docentes consiguen, incluye la
desvalorización social, los bajos salarios y la cantidad de horas dedicadas a
su trabajo.
Asimismo,
la sociedad del conocimiento tiene dificultades para hacer de la enseñanza una
verdadera profesión del aprendizaje, debido a que busca altos niveles de
aprendizaje y enseñanza, somete a los profesores a ataques públicos, dificulta
la autonomía de su criterio y de sus condiciones de trabajo. Lo anterior,
muchas veces provoca renuncias, jubilaciones anticipadas, crisis de vocación y
falta de pasión por su práctica pedagógica.
En
el siglo XXI nace esta sociedad mostrando un cambio económico, desde una
economía industrial a una economía post industrial en donde la mano de obra se
basa principalmente en los servicios, las ideas y la comunicación. Lo cual
dependería mayoritariamente de las personas y de las instituciones que
producían este conocimiento. Además, este nuevo orden social y económico se
caracteriza por la expansión y la circulación de información y entretenimientos
digitales basados en la informática, electrónica y globalización. Dentro de sus
dimensiones se encuentran la esfera educativa (técnica y científica) involucrada,
la implicancia de modos complejos de procesos de circulación de conocimientos e
información y por último, los cambios básicos en el modo de funcionamiento de
las empresas y organizaciones para promover la innovación.
Por
otro lado, es importante concebir que la sociedad del conocimiento es una
sociedad del aprendizaje en donde las capacidades personales van a dirigir al éxito
económico y a una cultura de innovación continua. “Las economías industriales
necesitan trabajadores para las máquinas; las economías del conocimiento
necesitan trabajadores del conocimiento” (Hargreaves, 2003).
A
la vez, dentro de esta sociedad el docente debe construir un nuevo
profesionalismo en donde se promueva el aprendizaje cognitivo profundo; se
incluya a las familias de los estudiantes; se promueva la confianza en los
procesos; se realicen nuevos enfoques del aprendizaje que incluyan pensamientos
de alto nivel, metacognición, enfoques constructivistas e inteligencias
múltiples y por último, pero no menos importante, el docente debe ser capaz de
enseñar de modos que no les fueron enseñados.
La
sociedad del conocimiento es una sociedad cambiante, en donde la información es
abundante y fluye en forma rápida. Por esto, es necesario discriminar información
de manera adecuada y saber distinguir la calidad de dicha información. También,
se requiere de una confianza específica en los procesos y en las personas para
conformar equipos de trabajo efectivos. Por último, enseñar en y para la
sociedad del conocimiento tiene que ver, principalmente, con un aprendizaje
cognitivo sofisticado, un repertorio cambiante, formación y autoevaluación profesional
continua, asociaciones de aprendizaje
con los progenitores, el desarrollo y el uso de la inteligencia colectiva y el
compromiso con la mejora continua.
Bibliografía
· Hargreaves,
Andy (2003). Enseñar para la sociedad del
conocimiento: educar para la creatividad. Enseñar en la sociedad del
conocimiento, 1, 19-48.
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